lunes, 11 de abril de 2011



Esperábamos que este proyecto fuese algo más formal y serio de lo que finalmente resultó ser. Nuestro violinista Federico, el que nos había tocado, era un chico muy majo que se involucraba con nosotros, es decir, escuchaba nuestra música, luego tocaba él con su violín y trataba que trabajásemos conjuntamente creando una música distinta a la habitual pero a la vez maravillosa con armonía.

El director, Juanjo
 Grande, modificaba nuestra música para que no sonase todo el rato el mismo sonido sino que como él decía, fuese como si estuvieses paseando y      
de repente te parases para
observar todo lo que hay a tu alrededor y después retomar la marcha.
El resultado final fue algo sorprendente pues pensábamos que con los pocos instrumentos que teníamos en comparación con el resto de institutos, no íbamos a destacar tanto. Las personas invitadas a l concierto y nosotros mismos pudimos escuchar el resultado del esfuerzo que hicimos y el trabajo que empleamos en ello. Fue una experiencia inolvidable en la que nos divertimos mucho y la cual disfrutamos todos juntos.
Sara Gil y Silvia